Es un aparato electrónico que incorpora un medio para detectar humo (sensor de humo) y un medio que da un aviso audible (alarma o sirena).
Los detectores de humo se instalan para asegurar que, en caso de incendio, se dé un aviso temprano para que los ocupantes de la vivienda puedan escaparse y ponerse a salvo.
En España, al igual que en la mayoría de los países europeos, sólo se permiten alarmas ópticas de humo. El detector de humo óptico es más eficaz para detectar grandes partículas de humo producidas por fuegos de combustión lenta, como la carbonización de la espuma de relleno utilizada en muebles o el sobrecalentamiento de enchufes o cables eléctricos. Son menos sensibles a los incendios donde se produce llama rápida.
El funcionamiento de este tipo de detectores se basa en el efecto óptico según el cual, el humo visible que penetra en el aparato, afecta al haz de rayos luminosos generado por una fuente de luz, de forma que varía la luz recibida en una célula fotoeléctrica, y se activa una alarma al llegar a un cierto nivel.
Lo ideal es colocar los detectores cerca de todas las posibles fuentes de incendios y donde se pueda oír la alarma, especialmente en los dormitorios.
Si su casa tiene más de un piso, al menos un detector de humo debe ser instalado en cada piso, preferiblemente interconectado para una mejor protección.
Para una protección máxima, se debe colocar un detector de humo en cada habitación de la casa excepto en la cocina y el garaje donde se recomienda un detector de calor. No se deben colocar detectores en el baño.
El aire caliente sube y se extiende, así que la mejor posición es en el centro del techo, lejos de las esquinas, y donde es fácilmente accesible.
Todo detector debe ser comprobado por el usuario al menos una vez al mes para asegurarse de que está en buen estado de funcionamiento. Normalmente los detectores disponen de un botón de prueba para poder realizar dicha comprobación.
Las tareas de mantenimiento se basarán en mantener el aparato limpio. Para ello será necesario quitar el polvo, los insectos y las telarañas que pueda haber alrededor del detector y limpiar la cubierta con un paño húmedo y secarlo con un paño sin pelusa.
Normalmente, los detectores emiten algún tipo de sonido que avisan cuando la batería necesita ser reemplazada. Sin embargo, si su detector tiene una batería sellada significa que el detector necesita ser reemplazado cuando llegue al final de los años de vida especificados por el fabricante. En este caso hay que comprobar la fecha de reemplazo que indique el aparato y seguir siempre las instrucciones del fabricante.
La mayoría de los Mantenedores y deshollinadores ofrecen como servicio, a parte de la limpieza de chimeneas, la realización de video inspecciones. Una inspección con cámara es muy útil para detectar posibles problemas en conductos y chimeneas, así como comprobar el estado de los mismos y poder realizar las reparaciones pertinentes.
Actualmente, se están solicitando muchas video inspecciones con grabación en soporte digital e Informe Técnico por problemas en Comunidades de vecinos. Lógicamente, un Informe Técnico solo puede tener validez si lo realiza un Mantenedor o Instalador Autorizado, el cual certificará el estado de la instalación y los problemas que haya podido observar al realizar la video inspección, así como aportar las posibles soluciones. Y en el caso de ser requerido para declarar en un Juicio, su Informe tendrá plena validez.
Por tanto, es importante que a la hora de contratar los servicios de video Inspección o de Mantenimiento de conductos, ya sea particular o Comunidades de vecinos, pregunte siempre a las empresas por el número de Mantenedor Autorizado, el cual se acredita con la posesión del correspondiente Carnet emitido por el Ministerio de Industria.
En España la figura del deshollinador aún es poco conocida, no como en el resto de Europa, donde es un oficio bien conocido y valorado. Tal vez por eso, su trabajo puede parecer caro, pero detrás de la figura del deshollinador se encuentra (o debería encontrarse) un profesional con el Carnet de Instalador / Mantenedor de Instalaciones Térmicas en Edificios, emitido y autorizado por el órgano competente de cada Comunidad Autónoma. La obtención de dicho carnet requiere tiempo de preparación, aprobación del examen oficial y desembolso económico. Cualquier otra “cualificación” distinta a dicho Carnet no será ni oficial ni autorizada por el Ministerio de Industria. No se deje engañar por falsas autorizaciones.
La normativa obliga a tener dicho carnet para poder realizar los trabajos de instalación de chimeneas, así como su mantenimiento (deshollinado). Por desgracia, el desconocimiento de dicha normativa hace que dejemos nuestras chimeneas en manos de personal no cualificado que no debe hacerse cargo de una instalación o de una limpieza. Además, es obligatorio disponer de un seguro de responsabilidad civil para poder hacer frente a cualquier imprevisto que pueda ocurrir con una instalación o un mantenimiento. De esta forma el cliente tiene la seguridad de estar protegido y seguro para confiar dichos trabajos a un profesional.
También hay que tener en cuenta las herramientas utilizadas para realizar las tareas de deshollinado e inspección. La inversión en material de última generación asegura una correcta limpieza sin dañar el interior de la chimenea. No se puede pretender limpiar todas las chimeneas de la misma forma y con una sola herramienta, en cada caso se requiere utilizar una herramienta determinada.
Antiguamente se subía a los tejados para realizar las limpiezas. Hoy en día se intenta limpiar desde abajo para evitar accidentes o roturas de tejas.
La preparación previa del lugar de trabajo por parte del deshollinador para evitar ensuciar la estancia donde se encuentra la chimenea también es importante. Dicha preparación lleva tiempo, por eso es imposible realizar una limpieza correctamente en menos de una hora. Finalmente, recoger con un aspirador profesional todo el hollín desprendido en la limpieza es fundamental.
Por último, un Mantenedor autorizado está capacitado y es su deber informar al cliente del estado de su chimenea, si está correctamente instalada, el estado de los tubos, consejos de uso y mantenimiento, etc. Y ante cualquier peligro por el estado de la chimenea deberá indicarlo por escrito para que quede constancia de que se ha informado al cliente de los riesgos de su instalación y su utilización.
Resumiendo, la obtención del Carnet de Instalaciones Térmicas en Edificios, el seguro de Responsabilidad Civil, las herramientas profesionales para cada tipo de limpieza, el tiempo de preparación para evitar no ensuciar nada, más el tiempo que requiera la limpieza de la chimenea, así como las explicaciones que considere pertinentes realizar al cliente, hacen que el coste de la limpieza sea justo y necesario. Este coste suele rondar en torno a los 100 € más iva (el desplazamiento dependerá en cada caso, no siempre podrá estar incluido en dicho precio). En todo servicio hay que valorar la mejor preparación, las mejores herramientas y los años de experiencia.
Guarde siempre la factura de la realización de la limpieza, es fundamental de cara a los seguros poder demostrar que ha cumplido con el mantenimiento exigido en la normativa y que lo ha realizado personal cualificado con el Carnet de Instalador Autorizado.
En conclusión, para poder disfrutar de su chimenea con seguridad confíe solo en profesionales cualificados.
La razón más frecuente por la cual se producen incendios en las chimeneas, es la falta de limpieza del conducto por el cual asciende el humo y demás residuos producidos en la combustión, estos crean en las paredes de los conductos una capa pegajosa y de mal olor, que además es altamente inflamable. La limpieza de los conductos es el trabajo habitual de los deshollinadores.
Compruebe que su deshollinador es un mantenedor autorizado, y que su empresa figura como inscrita en el registro de Empresas de Instalaciones Térmicas en Edificios de su comunidad, y tiene sus pólizas de seguros al día.
¿Cada cuanto tiempo se limpian las chimeneas?
La actual normativa exige al menos una limpieza anual de los conductos de evacuación de humos para combustibles tanto sólidos como líquidos RITE/13 IT 3.3, Norma UNE 123001/12, ajustando la periodicidad de los mismos al grado de acumulación del hollín.
¿Quién y como se deben limpiar las chimeneas?
Todas las labores de mantenimiento de equipos térmicos en viviendas deben ser realizadas por empresas de mantenimiento autorizadas (RITE/13) . Estas empresas realizarán el trabajo de la forma mas adecuada para su instalación.
¿Son efectivos los deshollinadores químicos ?
Estos productos solo son efectivos con uso regular , y siempre que la acumulación de hollín sea mínima, si la limpieza se realiza al cabo de un año, no solo no son efectivos, si no, que, pueden ocasionar el taponamiento total del conducto, por lo cual no queda mas, que, desaconsejar absolutamente su uso. En todo caso, el uso de estos productos no exime de la preceptiva limpieza anual exigida por la normativa vigente.
¿Utilizar tubo de doble pared aislado, garantiza que no se produzca un incendio?
NO, rotundamente ,NO, un tubo doble, que no este correctamente instalado o al que no se le hacen las preceptivas limpiezas y mantenimientos. NO garantiza en absoluto que no pueda producirse un incendio.
CONSEJOS FINALES:
Para garantizar la durabilidad y el rendimiento óptimo de una chimenea, será necesario que tenga en cuenta algunos pequeños consejos para su correcto uso y mantenimiento:
1º Antes de encender su chimenea, verifique que estén abiertos:
– El registro de salida de humos
– La toma de aire exterior (si dispone de ella)
– El registro de aire de combustión
Si su chimenea dispone de ventiladores o turbinas, compruebe siempre que esté correctamente conectada a la red eléctrica durante su utilización, esto es estrictamente necesario. De no hacerlo se provocarán serias averías en la parte eléctrica del aparato, que no estarán cubiertas por la garantía del fabricante.
2º Si es la primera vez que enciende su chimenea, procure que el encendido sea lento, sin sobrecalentamientos repentinos. Esto podría dañar seriamente los paneles de fundición. La chimenea no debe encenderse hasta dos días después de su instalación, esto garantiza el secado total de los materiales empleados. Durante los primeros encendidos probablemente habrá un ligero olor a pintura quemada y puede que incluso aparezca humo dentro de la habitación; no se preocupe, esto es normal, solo ocurrirá la primera o segunda vez que usted encienda su chimenea, y se debe al secado completo de las pinturas.
3º Cuando se enciende la chimenea, y mientras el hogar no llega a alcanzar todavía la temperatura adecuada, se aconseja dejarlo funcionar durante unos minutos con la puerta adosada al tope, pero no cerrada, esto favorece la evaporación de la humedad de condensación que se va formando sobre el vidrio. Una vez bien encendido el fuego es preciso cerrar la puerta a fin de optimizar el rendimiento y por tanto también el consumo de leña.
4º Use siempre leña de primera calidad, perfectamente seca y libre de pinturas, barnices etc. y por supuesto no utilice jamás aglomerados, melaminas, carbón, plásticos, etc. No olvide que su chimenea no es un quemador de residuos. El uso de combustibles no adecuados puede provocar serias averías en su aparato, que no estarán cubiertas por la garantía del fabricante. Aparte de lo anterior, debe saber que el uso de combustibles no adecuados, leña húmeda, etc. producirá un rápido ennegrecimiento del cristal, será causa de un bajo rendimiento de su chimenea, y de una rápida obstrucción del cañón de humos.
5º No utilice más cantidad de leña que la recomendada por el fabricante. Sobrecargar la chimenea conlleva un rendimiento mucho mas bajo y por tanto un mayor consumo de combustible, no contemplar esta advertencia puede producir averías en el aparato incluso en la instalación (conductos de humos, paredes, objetos cercanos etc.) debido a las dilataciones y temperaturas extremas soportadas por los materiales.